Como ya hemos visto, la industria alimentaria es un pilar fundamental de nuestra sociedad, y es uno de los que no ha detenido su actividad durante el estado de alarma para continuar dando servicio a los ciudadanos.
Protocolos COVID-19
En estos tiempos de pandemia global hemos visto numerosos protocolos respecto a la Covid-19, editados tanto por entidades de certificación como por organismos gubernamentales. En ellos, se pretende poner un poco de orden en el repentino caos, y trazar un camino de pautas o recomendaciones para minimizar las probabilidades de contagio entre los trabajadores.
Industrias alimentarias
En el caso de las industrias alimentarias, recientemente estamos viendo casos de rebrotes en algunas de ellas. Las causas más probables – puesto que no hay evidencia de transmisión a través de los alimentos- son las condiciones de las zonas de producción, con bajas temperaturas y elevados niveles de humedad, además de situaciones que favorecen el contagio, como el contacto cercano con personas afectadas.
Aquí tratamos algunos de los riesgos más comunes y además se puede consultar la Guía elaborada por el Ministerio de Sanidad para la prevención en el Sector Industrial:
A partir de estos datos, cada industria debería elaborar un protocolo de actuación adecuado a sus circunstancias, incluyendo aspectos como las medidas organizativas a tomar -como establecer varios turnos de trabajo-, la formación, comunicación o cambios en la frecuencia de las tareas de limpieza y desinfección, entre otras. Mientras dure la actual situación, se hace imprescindible contar con un plan de actuación bien definido, que ayude a tomar las decisiones adecuadas para una buena gestión de la crisis y garantizar la continuidad de operación.
Medidas de prevención
Además, las industrias alimentarias deberían tener parte del camino hecho, en lo que se refiere a medidas de prevención: un buen sistema de gestión alimentaria, con los planes de prerrequisitos correctamente establecidos, es de gran ayuda, ya que tiene numerosos puntos en común con las medidas recomendadas. Por ejemplo, un plan de limpieza y desinfección eficaz requerirá un aumento en la frecuencia, pero ya tendrá establecida una buena base, apoyada en las buenas prácticas de higiene y manipulación. También podría darse la necesidad de ampliar el listado de proveedores homologados, ya que -como hemos vivido- pueden darse casos de repuntes en la demanda que provoquen situaciones de desabastecimiento temporal, poniendo en riesgo la calidad habitual en los productos elaborados. Por tanto, en este caso sería fundamental un correcto mantenimiento del plan de proveedores. También será fundamental el plan de formación de los trabajadores, fomentando la adopción de las medidas de higiene recomendadas y contribuyendo a la concienciación del personal.
Si necesitas adecuar tu sistema de gestión alimentaria a la actual situación, en KPI podemos ayudarte.